Hoy: 23 de noviembre de 2024
Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) están desarrollando una herramienta basada en inteligencia artificial (IA) de transcripción de partituras medievales.
Esta innovación está integrada dentro del proyecto europeo de iniciativa española Repertorium (Researching and Encouraging the Promulgation of European Repertory through Technologies Operating on Records Interrelated Utilising Machines), cuyo objetivo es preservar el patrimonio musical europeo y crear tecnologías de procesamiento de sonido de última generación. Incluido audio inmersivo listo para el metaverso.
El profesor del departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos Jorge Calvo dirige el equipo de la UA. Esta institución es la responsable de la creación de un OMR (Reconocimiento Óptico de Música, en sus siglas en inglés). Un instrumento que revive 4.000 piezas de canto gregoriano que no han visto la luz durante más de 1.000 años. En el proyecto se van a tratar 400.000 imágenes de manuscritos antiguos.
El OMR permite extraer la información de los manuscritos digitalizados, tal como la melodía, la letra, el tipo de rito litúrgico o la posición en el ciclo litúrgico. En este caso, el reto de la IA es reconocer el texto de las obras e interpretar de manera automática cómo debe ser cantado.
Una vez el ordenador es capaz de procesar imágenes de partituras y comprenderlas, se puede transcribir el contenido de las obras en un formato de partitura digital. De esta manera, permite aplicar todo tipo de tecnologías para llevar a cabo los objetivos del proyecto, según la institución académica.
Como precedente, ya a finales del siglo XIX, los monjes de la Abadía de Solesmes, en Francia, reunieron y fotografiaron manuscritos de toda Europa. Un patrimonio colosal de dos millones de cantos gregorianos. “Una digitalización y catalogación manual conllevaría cientos de años de trabajo”, asegura Julio Carabias, coordinador de REPERTORIUM. Un proyecto que con la IA ordena y recupera ese material en tres años. En España, Schola Antiqua se encarga de hacer sonar las piezas de nuevo. Para Juan Carlos Asensio, el director de este coro, sirvieron “de base a toda la música posterior”.
Además de la Universidad de Alicante, la Escuela Politécnica Superior de Linares de la Universidad de Jaén, el Instituto Complutense de Ciencias Musicales y la Asociación Hispana para el Estudio del Canto Gregoriano participan en el proyecto. Y de este son miembros ocho países, con España a la cabeza, y 12 entidades, entre las que se encuentra la Universidad de Oxford.