Hoy: 23 de noviembre de 2024
La pérdida de la eficacia de los antibióticos será la principal amenaza a la que se enfrente el mundo en el futuro, tal y como avisa la Organización Mundial de la Salud (OMS). La posibilidad de que las infecciones bacterianas sean la principal causa de muerte a nivel mundial, superando al cáncer, es un hecho que se ve factible ya llegado el año 2050. Por esta razón, es de vital importancia hallar nuevos antimicrobianos capaces de combatir las bacterias resistentes.
Gran cantidad de microorganismos, aun sin caracterizar, pueden encontrarse en los ambientes más extremos del planeta, como la Antártida. Estos pueden presentar propiedades biotecnológicas muy interesantes que el proyecto ‘MicroAntartic’ pretende estudiar.
Los miembros del grupo BIO160 “Sustancias Antagonistas producidas por Microorganismos” de la Universidad de Granada y el grupo de la Dra. Verónica Saravia de la Universidad de la República de Uruguay, son los encargados de liderar este proyecto. Bajo el amparo de este estudio, los investigadores Dr. Manuel Martínez-Bueno y Dr. Alberto Baños están realizando una tesis doctoral aislar y caracterizar microorganismos psicrófilos a partir de muestras obtenidas de ambientes extremos, en concreto bacterias ácido-lácticas. “No es la primera vez que trabajamos con bacterias lácticas adaptadas al frío, en el pasado hemos llevado a cabo estudios similares en ambientes de Siberia y cumbres de Sierra Nevada con resultados muy interesantes” afirma Alberto Baños.
Para estos investigadores, las bacterias lácticas, además de ser seguras, presentan un gran potencial, ya que pueden producir un amplio espectro de antimicrobianos con potencial terapéutico. “En investigaciones previas hemos identificado algunas cepas de Carnobacterium con capacidad para producir péptidos muy interesantes. Ahora en la Antártida esperamos encontrar nuevas cepas, así como profundizar en los mecanismos genéticos implicados en este tipo de compuestos”, informa el doctorando Elías González, uno de los primeros miembros que pisará suelo antártico.
La primera expedición del proyecto está planificada para enero de 2023 y se realizará con la colaboración del Instituto Antártico Uruguayo, en la Base científica antártica Artigas (BCAA) en la Isla Rey Jorge. “En enero comenzaremos la recogida de muestras y en el laboratorio de la Base Artigas aislaremos los primeros microorganismos. Creemos que estas bacterias poseen un importante valor científico, ya que podrían explicar los mecanismos de adaptación a las peculiaridades de este ambiente, además esperamos caracterizar nuevos compuestos con actividad antibiótica” añade Elías.