Hoy: 23 de noviembre de 2024
El estelar delantero francés puso por fin el final al culebrón de casi siete años y aterrizó en el equipo madridista, para convertirse en un refuerzo de lujo que convierte seguramente a los de Carlo Ancelotti en el rival a batir ya no sólo por su condición de actual campeón. Un nuevo Real Madrid galáctico que espera cuajar algo mejor que el anterior, empezando por conseguir algo que se le ha resistido desde hace muchos años.
El conjunto madrileño ha roto un poco la dinámica irregular en el torneo doméstico y ha conseguido sumar tres títulos en las últimos cinco temporadas, pero sigue sin lograr encadenar dos consecutivos desde hace mucho tiempo. Los éxitos de 2007 y 2008 son los últimos seguidos para un Real Madrid que desde finales de los 80 no ha sido muy regular en Liga y que no defendió su corona tras los trofeos de 2012, 2017, 2020 y 2022 y que sólo en la 2020-2021 llegó al final con opciones.
Ahora, con la llegada de Mbappé, refuerza su ataque donde permanecen Vinícius Jr, Rodrygo Goes y Brahim Díaz, al que se añade también el joven Endrick, y al que espera mantener su nivel el inglés Jude Bellingham, tras un primer año donde fue de más a menos.
Un Real Madrid ya sin Toni Kroos o Nacho Fernández, pero con Luka Modridc, y sano de inicio en defensa y portería para empezar a defender su condición ante el Mallorca, días después de haber arrancado ya oficialmente con la Supercopa de Europa, el primero de los siete títulos a los que aspira.
Con ganas de arrebatarle el trono estará principalmente el FC Barcelona. El conjunto catalán sigue haciendo encaje de bolillos con su economía para formar un proyecto ganador de mayor duración que el que tuvo con Xavi Hernández. El de Terrassa pudo ganar Liga y Supercopa en la 22-23, pero no evitó un año de vacío en la anterior.
En un final turbulento de campaña, el mítico 6 azulgrana dejó finalmente el banquillo y su hueco lo ocupó el alemán Hansi Flick, con el que el Barça espera dar un paso adelante y competir de tú a tú en España y Europa, aunque las primeras sensaciones no han sido las mejores y el primer examen será en un escenario complicado como Mestalla.
De momento, el técnico germano, brillante cuando fue apagafuegos en el Bayern, pero no tanto cuando dirigió a la selección de su país, no dispone de momento de muchos refuerzos, más allá de uno importante como Dani Olmo, pero confía en que la base joven que hereda, liderada por Lamine Yamal y con la vuelta del carácter de Gavi, y la permanencia de otras piezas como Robert Lewandowski, Ronald Araújo, Ilkay Gündogan o Pedri le sirva de momento para competir mejor que el año pasado donde el conjunto catalán sufrió demasiado atrás.
También quiere volver a codearse con los dos teóricos favoritos el Atlético de Madrid, que desde que logró arrebatarles el título en la temporada 2020-2021 ha terminado a 15, 11 y 19 puntos respectivamente de los tres siguientes campeones, acabando además el año pasado en la cuarta plaza, superado también por el Girona.
Diego Pablo Simeone, en su decimotercera campaña completa al frente del conjunto rojiblanco, recordó que el resto de competidores iba creciendo y parece que la directiva ha decidido dar un paso adelante para configurar una mejor plantilla para esta temporada y poder ser más ambiciosos.
Robin Le Normand llega para reforzar la defensa, mientras que arriba el gol de Alexander Sorloth y la calidad de Julián Álvarez dotan al equipo de más presencia ofensiva, aunque el nivel de Antoine Griezmann y el defensivo serán los que más marquen las opciones colchoneras para estar más cerca de Real Madrid y FC Barcelona, y alejar al resto del grupo de equipos con ambiciones europeas.
Entre estos se quiere mantener un remodelado Girona, gran revelación la pasada temporada y que ahora tendrá que lidiar con su histórica participación en la Liga de Campeones con un equipo que ha perdido piezas claves como Artem Dovbyk, Savio, Aleix García o Yan Couto. También aspira a ese posible tercer hueco que dejen los tres grandes un Athletic Club ambicioso y con sus mismas armas que el año pasado, entre ellas parece que finalmente que el pujante Nico Williams.
Por detrás de ellos, un siempre numeroso pelotón, comandado por la Real Sociedad y el Betis, lo más regulares de estos años, y al que se quieren enganchar de nuevo el Villarreal, un Sevilla que lleva dos temporadas últimas para olvidar, y un Valencia que debe compensar con la cantera y el trabajo, la casi habitual ausencia de grandes refuerzos.
El resto de equipos tratará de evitar sobre todo los problemas con la zona de abajo, sobre todo los tres ascendidos, todos ellos ya viejos conocidos como el RCD Espanyol y el Valladolid, que vuelven tras un año en el infierno, y el Leganés, de regreso tras su descenso en 2020.