Hoy: 23 de noviembre de 2024
El director de la División de Inmunización Global de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. John Vertefeuille, revela que el sorprendente aumento de los brotes de sarampión y las consecuentes muertes no resulta inesperado, dado el descenso de las tasas de vacunación observado en los últimos años.
Vertefeuille enfatiza que los casos de sarampión en cualquier parte del mundo representan un riesgo para todas las comunidades y países con insuficiente cobertura de vacunación. Insta a realizar esfuerzos urgentes y específicos para prevenir la propagación de la enfermedad y reducir las muertes asociadas.
El sarampión sigue emergiendo como una amenaza creciente para los niños. En el año 2022, 37 países experimentaron brotes significativos o perturbadores, en comparación con 22 países en 2021. La preocupante distribución geográfica incluye 28 países en la Región de África de la OMS, seis en el Mediterráneo Oriental, dos en el Sudeste Asiático y uno en la Región Europea.
A nivel mundial, la cobertura de vacunación para la primera dosis es del 83%, y para la segunda dosis es del 74%. Estas cifras están muy por debajo del 95% necesario para proteger a las comunidades contra brotes.
A pesar de un modesto aumento en la cobertura de vacunación en 2022, se estima que 33 millones de niños no recibieron una dosis de la vacuna contra el sarampión. De ellos, aproximadamente 22 millones omitieron la primera dosis, y 11 millones la segunda.
Los países de bajos ingresos, donde el riesgo de muerte por sarampión es más elevado, presentan tasas de vacunación más bajas, alcanzando solo el 66%. Esta tasa no muestra signos de recuperación después de la pandemia. De los 22 millones de niños que no recibieron la primera dosis en 2022, más de la mitad reside en diez países: Angola, Brasil, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia, Madagascar, Nigeria, Pakistán y Filipinas.
La directora de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, Kate O’Brien, destaca la falta de recuperación en la cobertura de la vacuna contra el sarampión en los países de bajos ingresos como una señal de alarma. O’Brien enfatiza que el sarampión es conocido como “el virus de la inequidad”, ya que ataca a aquellos que no están protegidos. Subraya que todos los niños tienen el derecho de estar protegidos por la vacuna contra el sarampión, independientemente de su ubicación geográfica.
En resumen, la comunidad internacional se enfrenta a una urgencia crucial para abordar la amenaza persistente del sarampión mediante esfuerzos coordinados y acciones concretas en materia de vacunación.